domingo, 13 de diciembre de 2015

Penya Foradada, el balcón de la Vall de Gallinera

El Jerte de Alicante


La subida a Penya Foradada.... Desde lejos el agujero parece un pequeño ojo de la montaña

   De siempre había tenido muchas ganas de ir a la Vall de la Gallinera, en la provincia de Alicante, una zona conocida porque, al igual que el Jerte, a partir de marzo, hay un grandioso espectáculo de los cerezos en flor. Sin embargo, es un tema pendiente. Porque el pasado marzo no habían aún florecido y, porque en esta otra ocasión, fuimos en diciembre pero para disfrutar de otro espléndido paisaje, el de la Penya Foradada.


   Apenas a 100 kilómetros de Valencia y a unos 95 de Alicante, se alza esta cima desde donde se puede observar la majestuosidad de un paisaje de ensueño. Hay una ruta que permite descubrir los ocho pueblitos de la Vall, el término lo uso sin ánimo de menospreciar, ya que son de pequeñas dimensiones, tan reducidas, que parecen de juguete: Benirrama, Benialí, Benissivà, Benitaia, La Carroja, Llombai y Alpatró. Son 16 kilómetros de caminata que, desde luego, algún día haré. Pero en esta jornada optamos por la Foradada o Foradà.



   Así que dejamos el coche aparcado en Benissivà y empezamos la ruta. En teoría, según todas las páginas consultadas en internet y los carteles indicadores, desde esta localidad son unos seis kilómetros y una hora de ascenso. A nosotros nos costó algo más, algo más de hora y media de subida y un poco menos de bajada, teniendo en cuenta que éramos un grupo e íbamos con niños. El recorrido es perfectamente accesible, si bien algunos tramos tienen un poco más de dificultad para ellos. Nos cruzamos con muchos excursionistas por el camino, y algunos llevaban nenes bien pequeñitos.

   De Benissivà y a través de unas escaleras cruzas casi sin darte cuenta al siguiente pueblo, Benitaia, Desde aquí, el camino es un tramo asfaltado entre árboles, naranjos y mandarinas, que lleva al que podemos considerar el inicio de la ruta: el Convento de la Orden de San Francisco del siglo XVIII. Prácticamente no queda nada pero parece ser que se construyó en este lugar por ser un lugar estratégico para ver la alineación solar cada cuatro de octubre --festividad de San Francisco-- a través del 'Forat' de la montaña. En ese artículo está completísimamente explicado el fenómeno.


Únicamente una pequeña placa recuerda que aquí estaba el convento....


   El siguiente punto de orientación que nos encontramos en la subida te deja elegir entre ir directamente a la Foradà o hacer un kilómetro más en un recorrido que pasa por la Cova y Font de Moragues. Como el tiempo ya iba justo, optamos por la primera posibilidad. A unos metros de aquí ya se deja el asfalto y comienza la ascensión marcada con señales y líneas pintadas.

Benissivà al fondo
   Toda la subida es espectacular, porque no sabes a dónde mirar... 







Dos imágenes de la subida, en tramos distintos del camino.... Espectacular lo pequeño que parece el agujero y lo enorme que se ve después....


   
   Al final de la primera parte de la subida, se puede optar por andar 300 metros más hacia la izquierda y llegar a la Cova Obrada del Moro. Se trata de una cueva cerrada por un muro de piedras a modo de corral, a la que merece la pena acercarse.

Entrada a la Cova

Vista desde el interior 

La Foradà al fondo
   Y regresando sobre nuestros pasos, volvimos al camino desde donde quedaban unos 700 metros hasta el forat, un tramo más rapidito, la primera parte de él plano, y al ver tan cerca el objetivo se hacía mucho más llevadero. Tras un momento de descanso, es obligatorio contemplar las vistas a ambos lados del valle, como para quitar el sentido.... Y de ahí, se llega al techo de los más de 730 metros ya en la cima...

Aún no se ven las dimensiones del aguujero

Desde la subida, se vislumbra que hay gente en el interior del forat

El valle, al fondo con niebla que va y viene

 Y con el objetivo cumplido... Nos recreamos en el paisaje desde arriba y deseando que llegue marzo para regresar a ver el espectáculo de las blancas flores de los cerezos cubriendo el valle..

El otro lado del valle, desde el sendero

El otro valle, desde la Foradada

   Y luego, una bajada más rapidita porque teníamos un hambre de morirnos. Lo de la comida, tuvo su aquel. La verdad es que me dormí un poco en los laureles y, pese a ser puente y en contra de mi costumbre de planificarlo todo al detalle, no llamé a ningún restaurante hasta el mismo día: ERROR.. Los cuatro primeros establecimientos que venían en TripAdvisor llenos... El cuarto nos dio mesa a las 14.30. Ta Casa, especializado en arroces.. 

   La dueña nos hizo un arroz al horno muy bueno sí... Pero nos lo sirvió a las 16.45 con mil discuplas por su parte... Lo digo como aviso para navegantes... El precio, unos 17 euros por cabeza con postres caseros muy buenos también, algún picoteo típico de la zona como el bacalao con pimientos y los cafés y bebida... Con la imagen del arroz, me despido..... 


Arroz al horno en Ta Casa



FELIZ SUBIDA A LA FORADÀ Y VOLVEREMOS EN MARZO!!!!






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejar aquí tus comentarios