VILLAFÁFILA, un pequeño mar en Tierra de Campos
Lagunas de Villafáfila en la Casa del Parque |
El reino de la avutarda
A veces ocurre que no prestas casi atención a lo que tienes más cerca. Y en realidad no eres consciente de que posees un pequeño tesoro del que disfrutar haga sol, llueva o sea un día de viento... solo a diez minutos en coche o a algunos más en bicicleta. Quizá porque de siempre he visto avutardas en los caminos de Tierra de Campos, no me paro a pensar que las Lagunas de Villafáfila tienen la mayor densidad de estas aves de todo el mundo, con hasta 3.000 ejemplares contabilizados en los últimos años. Aquí, la avutarda es la reina.
La primera vez que visité las lagunas --que incluyen parcial o totalmente a once municipios-- fue en 1994. Tengo un recuerdo vago de entonces, pero ya había algunos observatorios. Volví a ir un par de años atrás, en el mes de noviembre, y he regresado de nuevo en abril, un año de buen agua en la comarca. Y he redescubierto, de nuevo, el paisaje. Las localidades que se incluyen totalmente en el espacio de la reserva natural son Revellinos, San Agustín del Pozo, Villafáfila, Villalba de la Lampreana y Villarrín. El conjunto, en época invernal, puede llegar a alcanzar una superficie inundada de 500 hectáreas y está protegido como zona ZEPA, Humedal Ramsar o LIC.
Sin embargo, y más yendo con niños, el recorrido se puede reducir acudiendo directamente a una visita a la Reserva Natural desde la Casa del Parque, el centro de interpretación de las lagunas con salas de exposiciones y recursos audiovisuales que permiten hacerse una idea de lo que el visitante se va a encontrar. También recoge parte de la historia del municipio de Villafáfila, lo que llegó a ser y lo que es, y vestigios de otras épocas. Solamente está abierto los viernes, fines de semana y festivos y hay que tener en cuenta que en verano, excepto las tres artificiales, suelen estar secas. En especial, me llamó la atención un panel con el tacto y olor de la tierra, según la estación.
Casa del Parque, para empezar la visita |
Tanto este edificio como el resto de observatorios reproducen los tradicionales palomares de Tierra de Campo. Unas construcciones que salpican esta parte de la estepa castellana y que surgen como pequeños refugios de adobe para el descanso y cría de las palomas. La entrada para adultos cuesta 1,5 euros y la de los niños, de cinco a 12, uno. Sí. No me he equivocado al escribir, es ese precio. Y seguro que habrá quien se queje y quien no pague, ya que hay escaso control en el acceso, cuando por ese importe casi ni pagas un café y se empleará seguro en el mantenimiento del espacio.
Y de ahí empezamos un recorrido, siempre dirigiéndonos hacia la derecha. Si somos afortunados, además de avutardas, se podría ver, según la estación, ánades, garzas, ánsares, patos, codornices o cernícalos. En la última visita era la época de celo de las avutardas y un lugareño nos avisó: "si las queréis ver, id hacia Tapioles, en un recodo hay un grupo muy numeroso". Sin embargo, cuando llegamos, ya no pudimos ver ninguna.
Aves en la Laguna, al fondo, un observatorio-palomar |
Resulta que estas lagunas del Parque de Fauna son un recurso interpretativo más ya que son artificiales, situadas sobre unas 20 hectáreas de superficie y con las que se recrea el ecosistema de estos espacios para poderse visitar a través de senderos perfectamente señalizados y salpicados de los observatorios-palomares durante todo el año. Se da la circunstancia que las pequeñas islas en el centro se han hecho también para facilitar los anidamientos, que incluso utilizan especies de fuera.
La última barca que cruzó las salinas |
Otra parte de las lagunas artificiales con un observatorio al fondo |
Observatorio |
Al fondo, la laguna más grande |
Se cubre el cielo sobre las Lagunas de Villafáfila |
Vista de una laguna natural desde uno de los observatorio |
También podemos hacer la ruta externa a la Casa del Parque, lo que supone un recorrido de hasta 15 kilómetros andando. La visita se puede extender a los observatorios de las tres lagunas principales: Salina Grande, en Otero de Sariegos --prácticamente abandonado--; Barillos, en Revellinos, que permite ver tres lagunas, y San Pedro, en Villarín de Campos, Existe la posibilidad de hacer la ruta --de hasta 34 kilómetros-- en coche o en bicicleta.
Así ya conocéis otro lugar de aves más para visitar. En Tierra de Campos, en plena meseta. Un pequeño tesoro escondido digno de ser destacado.
!FELIZ VUELO!
!FELIZ VUELO!
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