Una visita obligada para no olvidar lo que nunca debió suceder
Portal de la Villa del Pueblo Viejo de Belchite |
Una visita a Belchite siempre impresiona. Impacta. Enmudece. Entristece. Estremece.... Porque más allá de las ideologías, encierra historia. Una historia de dolor, de terror, de sinsentido que inunda cada piedra, la calle Mayor y cada pequeña callejuela de esta localidad aragonesa que a duras penas aguanta ya en pie. Y es que las piedras en Belchite hablan, cuentan una batalla dentro de una contienda, la de la Guerra Civil y cómo las casas se llenaron de ruido de pistolas, de armas, de gritos, de angustia y de murmullos de mujeres rezando.
El dictador quiso que no se tocara el pueblo para que se viera la "barbarie roja" y todos los niños la estudiaran. Así, se construyó un nuevo Belchite y se tuvo que abandonar el otro definitivamente en 1964, vacío. Aunque a los niños les queda lejos afortunadamente tanto dolor, sí que es bueno que tengan presente lo sucedido en la Guerra y la dictadura, para que nunca la historia se vuelva a repetir.